El avistamiento de ballenas y delfines en Tenerife es una de las experiencias más emocionantes que ofrece la isla. Gracias a su clima estable durante todo el año y a la riqueza de su vida marina, las aguas del suroeste de Tenerife —especialmente entre Costa Adeje, Los Cristianos y Los Gigantes— se han convertido en uno de los mejores lugares del mundo para observar cetáceos en libertad.
Sin embargo, aunque es posible disfrutar de esta actividad en cualquier momento, existen épocas especialmente favorables para ver más especies y disfrutar de condiciones óptimas en el mar. A continuación, te contamos cuándo y por qué.
Un paraíso para el avistamiento durante todo el año
Tenerife cuenta con una población residente de cetáceos que vive de forma permanente en sus aguas, lo que significa que puedes ver ballenas y delfines en cualquier estación. Los protagonistas más habituales son el calderón tropical (Globicephala macrorhynchus) y el delfín mular (Tursiops truncatus), ambos presentes durante los doce meses del año.
Estos animales aprovechan las condiciones únicas del canal marino entre Tenerife y La Gomera, una zona con una profundidad media de más de 2.000 metros, rica en alimento y protegida de los vientos alisios. Gracias a ello, los avistamientos son muy frecuentes: se calcula que en el 80-90% de las salidas se observan cetáceos en libertad.
Primavera y verano: más especies y mar en calma
Entre los meses de abril y septiembre, las condiciones del mar son especialmente favorables. Las temperaturas más cálidas y la menor presencia de viento facilitan una navegación cómoda, con aguas tranquilas y buena visibilidad.
Durante este periodo, además de las especies residentes, es común avistar delfines moteados atlánticos, ballenas de Bryde e incluso tortugas marinas. También pueden aparecer otras especies migratorias que transitan por el Atlántico, como cachalotes o delfines comunes.
El verano es ideal para quienes buscan excursiones familiares o experiencias fotográficas, ya que el mar suele estar más estable y las horas de luz permiten disfrutar de travesías largas con vistas espectaculares del Teide al fondo.
Otoño e invierno: avistamientos tranquilos y auténticos
Aunque el mar puede presentar algo más de oleaje entre octubre y marzo, esta época ofrece avistamientos más tranquilos y menos concurridos. Las embarcaciones llevan menos pasajeros, lo que proporciona una experiencia más íntima y relajada.
Durante el invierno, también es posible observar especies migratorias que aprovechan las corrientes cálidas del Atlántico para desplazarse hacia el sur. En ocasiones, se han registrado avistamientos de yubartas (ballenas jorobadas) o incluso rorcuales comunes, lo que convierte cada excursión en una oportunidad única e imprevisible.
Además, los cielos despejados del invierno canario ofrecen condiciones perfectas para la fotografía marina y el avistamiento de aves como la pardela cenicienta o la gaviota patiamarilla.
Consejos para un avistamiento responsable
Sea cual sea la época elegida, es fundamental practicar un avistamiento de cetáceos responsable y sostenible. Opta siempre por empresas autorizadas con la bandera amarilla de “Barco Azul”, que garantiza el cumplimiento de las normativas medioambientales y la distancia mínima de observación.
Evita arrojar residuos, no alimentes a los animales y respeta las indicaciones de los guías y biólogos marinos. Estas medidas aseguran que el avistamiento siga siendo una experiencia educativa y respetuosa, tanto para los visitantes como para los propios cetáceos.
Conclusión: Tenerife, un destino para disfrutar todo el año
En resumen, las mejores épocas para ver ballenas en Tenerife dependen de lo que busques:
- Si prefieres mar en calma y más variedad de especies, elige primavera y verano.
- Si te atraen las experiencias más tranquilas y auténticas, opta por otoño o invierno.
Sea cuando sea, Tenerife te ofrece encuentros inolvidables con delfines, calderones y ballenas en su hábitat natural, un espectáculo que te conectará con la fuerza del océano Atlántico y con el espíritu salvaje de esta isla única.
